No tengo intención de glorificar a Ignatius Farray. Sin duda yo soy un Hombre Abyecto, y un ejemplo flagrante de Lepra Moral. Una mezcla de ferocidad y comicidad, que acaso revele una suprema desdicha. Una cierta desesperada honradez, que late en mi confesión, no me absuelve por mis "gags" de diabólica astucia. Hay poco que aprender de Bestias así. Pero, con qué magia, esos mismos "gags", conjuran en nosotros (Hombres y Mujeres), una ternura, una compasión hacia Ignatius Farray que hace que nos sintamos fascinados por el Personaje, al mismo tiempo que abominamos de la Persona, que nos sintamos deslumbrados por el Verbo, al mismo tiempo que pisoteamos al Hombre. Como exposición de un caso clínico, las actuaciones de Ignatius Farray habrán de ser, sin duda, una obra clásica en los Círculos Psiquiátricos. Como obra de arte, transciende el Stand-Up Comedy. Pero, más importante, aún, para nosotros (Padres y Educadores), que su valor científico y su dignidad artística es el impacto ético que mis actuaciones tendrán sobre el espectador serio. Pues, Ignatius Farray encierra una lección general que nos previene contra peligrosas tendencias, y señala males potenciales. Ignatius Farray hará que todos nosotros (los Juan Nadie de la Post-Modernidad), nos consagremos, con interés y perspectiva mucho mayores, a la tarea de conseguir A BETTER GENERATION IN A SAFER WORLD!!!...
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– Aquí, en esta Lección II, se trata de la Melancolía. El Alumno se siente desconcertado por 2 ó 3 minutos, se encoge de hombros, levanta la mirada y reflexiona. Y así hasta que ya se da cuenta de que este Curso se podría ver como una mezcla entre “Alicia En El País De Las Maravillas” y “Los Viajes De Gulliver”.
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